Quizá una fecha clave para el Madrid

El Barcelona ha ganado con dificultades -en buena parte autoinfligidas- en Valencia y el Real Madrid ha avasallado en Málaga: el duelo entre los que se presume equipos dominadores de la temporada no ha hecho sino precisarse en la séptima jornada. Pero si el Barcelona es el campeón y aparece aun reforzado de cara a un nuevo título, el Madrid viene de un año bastante horribilis con la única satisfacción de una Final Four por la que pasó sin gloria, y por ahora vive con más preguntas que certezas. Así que su solvente exhibición de ayer adquiere un particular significado. O eso se barrunta.

Con prestaciones ofensivas bastante convincentes pero agujeros defensivos que acaban siendo fatales, el equipo de Pablo Laso venía de perder dos partidos seguidos fuera de casa en Euroliga y el runrún, como es inevitable en la casa blanca, volvía a escucharse. Además, en Málaga, donde el Madrid suele pegársela, otro inicio más blandito que la ovejita de Norit hacía temer un hat trick de ésos que marcan a un equipo, sobre todo uno que anda prendido con alfileres, con jugadores nuevos y un estilo de juego aún más nuevo. El Madrid es un convaleciente, y además inquieto por su futuro sin Rudy Fernández ni Serge Ibaka, y esos golpes psicológicos pueden ser de largo alcance. Durante el malhadado reinado de Ettore Messina se pudo comprobar.

Por todo ello, la correcta (sin ser espectacular) adaptación defensiva de los blancos a partir del segundo cuarto y su cambio de ritmo ofensivo ante un Unicaja con clase -pero tampoco muy duro atrás que se diga- le permitieron no sólo salvar los muebles, sino meter 96 puntos, vencer con suficiencia y aumentar su confianza en algunos automatismos de equipo -pick and roll que sale bien, buen bloqueo para el tirador en la línea de fondo, pase interior de pívot a pívot...- que necesita para demostrar que no sólo se basa en contraataques y jugadas individuales de sus cañoneros (que también, claro).

Lo de la defensa va un poco demasiado despacio, pero va. Hay cosas patentes y difíciles de resolver, como es evitar una canasta casi automática cuando el rival hace a su vez un pick and roll y lo defienden los tiernísimos Sergio Rodríguez y Ante Tomic. Pero, de cara al futuro del proyecto valiente, de baloncesto rápido y ambicioso, que ha iniciado Laso era no acumular más motivos de duda, vencer a un rival creíble con amplitud y ganar tranquilidad para seguir trabajando. Seguiremos informando...